rauwolfia

Es imposible parar el devenir de la historia. Tranquil@ que no nos ha dado por empezar a filosofar. Simplemente es una reflexión provocada por el mes de incesantes noticias relacionadas con la Medicina Tradicional China que llevamos.

La última nos llega desde Reino Unido donde un grupo de investigadores del Centro John Innes (Norwich) han descubierto que una enzima de la Rauwolfia serpentina, una planta tradicionalmente usada en la MTC, podría servir para mejorar el tratamiento de los ritmos cardíacos anormales, la presión arterial alta y algunos trastornos mentales.

Rauwolfia serpentina también es conocida como Indian Snakeroot (raíz de serpiente india) o devil pepper (pimiento del diablo). Como suele pasar en estos casos, su gran fama como calmante se la otorga su uso en países del sur y sudeste asiático durante milenios mientras que en occidente es menos conocida.

7 beneficios de Rauwolfia

      • Salud del corazón: baja la presión arterial porque dilata los vasos sanguíneos y alivia la tensión del corazón. Por lo tanto, se ayuda a prevenir arterosclerosis, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
      • Estrés y ansiedad: para las personas con estas dos patologías crónicas, ayuda a reequilibrar su humor e incluso puede moderar la depresión.
      • Sueño: Induce calma, ayuda a relajar todo el cuerpo y mejora el número de horas de sueño ininterrumpidas
      • Alivia el estómago: es un remedio ideal para el malestar gastrointestinal, tanto en casos de diarrea como de estreñimiento.
      • Actividad antiinflamatoria: Minimiza los efectos de las picaduras de insectos, el veneno de serpiente o de cualquier otra herida inflamada. Neutraliza las toxinas de diversas mordeduras y venenos y al mismo tiempo reduce la inflamación y el dolor del área afectada. También es indicada para personas que sufren artritis, así como tendinitis o gota.

semillas rauwolfia

Un tesoro medicinal escondido

Desde hace más de 20 años científicos de todo el mundo llevan investigando cómo las plantas fabrican compuestos alcaloides tan comunes como la cafeína (y otro de tipo de drogas más duras), para ser capaces de crearlos artificialmente de forma masiva en laboratorios. De esta manera, el equipo del Centro John Innes ha centrado sus esfuerzos en conseguirlo pero con una planta alternativa a las occidentales.

El poder de esta planta es enorme, ya lo dice la investigadora jefe del proyecto, Thu Thuy Dang cuando lo califica de “un tesoro medicinal escondido”. Rauwolfia es capaz de sintetizar 150 productos químicos alcaloides diferentes, lo que provoca que tenga innumerable efectos como antidepresivo.

Uno de los alcaloides de esta planta más conocidos es la ajmalina, un agente anti arrítmico que se usa a menudo en el diagnóstico de pacientes con una probabilidad alta de padecer Síndrome de Brugada, una afección que causa una alteración del ritmo normal del corazón.

Se tenía constancia, aunque nadie los había identificado hasta ahora, de que esta planta contenía una enzima que podía provocar una serie de reacciones químicas necesarias para sintetizar estos alcaloides biológicamente. Después de una serie de experimentos, se ha conseguido aislar esta enzima que han bautizado como sarpagan brigde enzyme (enzima puente sarpagan).

tallo Rauwolfia

¿Qué supone este descubrimiento?

La trascendencia de este avance es significativa, ya que como señala el estudio resuelve el problema que se tenía que asumir al fabricar medicamentos basados en alcaloides, como los que se usan para tratar la presión alta. A pesar de la facilidad para recrear la estructura tridimensional de compuestos alcaloides individuales, lo complicado viene cuando hay que replicar el puente de los átomos de carbono, y es aquí donde el descubrimiento de esta enzima es de vital importancia.

Los investigadores señalan que esta enzima está codificada por un gen específico en el ADN de la planta y significa la “puerta de entrada” para acceder a varios tipos de alcaloides, lo que permitirá recrearlos en el laboratorio al igual que los concibió la naturaleza. Será el primer paso para desterrar la manera tradicional y, hasta ahora, más eficiente de tomar alcaloides de plantas que era morderlos o fumarlos.