¿Qué papel juega la MTC en la crisis del Coronavirus?

Las cifras de infectados y muertos por el Coronavirus, rebautizado como Covid-19 por la OMS, no paran de aumentar. Pese a que la alarma internacional saltó hace semanas, poco se ha hablado del papel de la medicina tradicional china como el complemento perfecto junto con la medicina occidental para conseguir frenar una más que posible epidemia.

Según las últimas publicaciones y declaraciones al respecto, algunas terapias de la MTC pueden llegar a mitigar algunos de los síntomas del Coronavirus como la fiebre, la dificultad para respirar, la fatiga o las náuseas y su aplicación dependerá de las condiciones de cada paciente.

Citando fuentes chinas, en la provincia de Hubei, el centro del foco, ya se ha recurrido a tratar pacientes con la unión de la medicina occidental y la MTC y los resultados hasta la fecha demuestran que algunos infectados se han recuperado.

El debate ha surgido cuando las autoridades sanitarias chinas han hecho un llamamiento a recuperar antiguas fórmulas de farmacopea china, que a día de hoy no cuentan con el apoyo de buena parte de la comunidad médica internacional occidental.

Sin resultados definitivos, lo cierto es que los estudios clínicos con la MTC como herramienta central se multiplican. Uno de los últimos estudios tenía como foco acabar con la neumonía provocada por el virus en 214 pacientes. Se comprobó que en pocos días, más del 60% de los pacientes habían mejorado y un 30% estabilizó sus condiciones. De momento, este tipo de ensayos están enfocados en buscar una cura para los pacientes ya contagiados, en ningún caso una vacuna o elemento que proteja a los pacientes sanos de contraer el virus.

De momento ni la medicina occidental ni la MTC han dado con la clave que permita una curación efectiva y rápida ni tampoco una vacuna que proteja del contagio. Así que seguimos con todos los frentes abiertos. Dada la situación cualquier aportación que signifique una mejora del estado de los pacientes debería ser recibida, como mínimo, con los brazos abiertos. En este caso se vuelve a poner de manifiesto que la unión hace la fuerza.