terapias naturales

Todo está por hacer. A pesar de las buenas sensaciones que nos han dado en los últimos meses las diferentes noticias sobre el avance de la aceptación de las diferentes técnicas de la MTC en el mundo, confiarse sería una gran equivocación. Y una vez más, el gobierno de España responde a los avances internacionales en materia de legalidad y oficialidad de las terapias naturales con un portazo.

Hace unos días los ministros de Sanidad, María Luisa Carcedo, y de Ciencia, Pedro Duque, anunciaron un decreto ley por el cual las terapias naturales, todas sin excepción, quedaban excluidas de los centros sanitarios y de las consultas privadas de los profesionales sanitarios. Medida que vuelve a poner a España a la cola de los países desarrollados en cuanto a la normativa de este tipo de prácticas.

Se dio la circunstancia que el anuncio del real decreto coincidió con: el World Acupuncture Day (WAD) de París y el Congreso Mundial de MTC de Roma, en los que se leyeron dos declaraciones que, precisamente, hacen hincapié en las experiencias clínicas y en las investigaciones científicas de estas técnicas. Fitoki fue uno de los pocos representantes de España invitados a este histórico evento. Fue un dia de sensaciones de euforia y frustración; por un lado éramos partícipes de los grandes progresos de la MTC en el resto del mundo y, por otro, recibíamos las notícias desde España. Comentando la situación con representantes de otros países, no daban crédito a esta reacción del gobierno de España.

Declaración de Paris de 2018

Después del varapalo de la decisión gubernamental española, la World Federation of Acupuncture-Moxibustion Societies (WFAS), a través de esta declaración leída en la clausura del WAD, insta a sus miembros a promover, puede provocar euforia y frustración a partes iguales.

AQUÍ puedes leer el documento completo.

Declaración de Roma

Dos días más tarde del WAD se celebró en Roma el XV Congreso de Medicina Tradicional China con representantes de organizaciones de Medicina China de todo el mundo bajo el título: “La medicina china se globaliza para construir un futuro compartido para la salud y el bienestar”.

En Roma se hizo hincapié una vez más en la presencia de la MTC en 183 países, en el problema de aumento del espectro de enfermedades y el cambio en los sistemas de salud y cómo la Medicina China “ofrece ideas invaluables y una metodología establecida para abordar nuestros problemas de salud y enfermedades.” Pero también el foco estaba en la seguridad y en la eficacia que “han sido reconocidas por las personas y los gobiernos de muchos países para convertirse en una fuerza importante en el campo de la prevención y tratamiento de la salud a nivel mundial.”

De esta manera, se reconoce un “destino global que juntos debemos construir una comunidad global para darle forma”. Esto es un “desafío” para el que cual se necesita “una difusión más amplia y completa de la medicina china a nivel internacional, la mejora continua de la calidad y el nivel de atención de la salud brindada, y un reconocimiento más amplio de las bases científicas y la eficacia del tratamiento de la medicina china. Para lograr esto, el reconocimiento y la adopción de la Medicina China en los sistemas médicos y de salud de todos los países y regiones deben promoverse enérgicamente, ya que su papel en la atención a la salud de la población mundial continúa desarrollándose. La difusión internacional y el desarrollo de la medicina china han entrado en un nuevo período histórico con nuevos desafíos que crean nuevos requisitos para el desarrollo.”

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terapias naturales

Apoyos y contradicciones

Parece que no es suficiente que la OMS reconociera la acupuntura desde 1979, ni que su futura 11ª edición de la “Clasificación Internacional de Enfermedades”, prevista para el 2020, vaya a incluir 3.000 términos nuevos vinculados a la MTC. Tampoco parece relevante la concesión del premio Nobel de medicina a la Dra. Tu Youyou en el 2015. Existen directivas comunitarias sobre la homeopatía y la osteopatía que el gobierno de España ignora o rechaza. No hay más ciego que el que no quiere ver, por el motivo que sea, pero en este caso, no será por el bienestar de los ciudadanos.

No importa que países como EE.UU., Australia, Alemania, Suiza, etc., etc. , disfruten de una regulación del sector y que además, tengan incorporada a la acupuntura en sus sistemas sanitarios públicos. ¿Es posible que los gobiernos de estos países, considerados avanzados en bienestar, lleven tantos años realizando semejante ejercicio de irresponsabilidad tan grande hacia sus ciudadanos?

No es la primera vez que el gobierno socialista deja pasar oportunidades históricas para alcanzar una regulación, tomando decisiones en contra de las terapias naturales. El partido socialista europeo votó en contra del informe “Lannoye”, a finales de los 90, sobre una propuesta de regulación europea. También anuló el primer decreto de regulación en España de las terapias naturales, promovido por el Gobierno y Parlamento catalán en el 2007. ¿Por qué el partido socialista, en teoría más progresista en este campo, se acaba mostrando siempre en contra?

La solución es tan compleja como sencilla. Todo el mundo clama por una regulación del sector. Tanto desde colectivos sanitarios como los propios interlocutores del sector de las terapias naturales.

Y todo el mundo, incluye ¡hasta El Vaticano! El supuesto afecto que el Papa Francisco profesa por el pueblo chino ha hecho que hasta el pontífice se haya pronunciado a favor de la medicina tradicional china.

En los últimos días, la propia ministra Carcedo parece que se desdice de sus propias palabras, ya que ha manifestado que quizás el listado presentado junto al decreto ley no sea del todo acertado, pues hay terapias que cuentan con una larga tradición de éxitos a sus espaldas. Tras una reunión con los colegios profesionales sanitarios ha asegurado que sería “osado incluir la acupuntura en el listado de las pseudoterapias (como despectivamente las hacen llamar) sin haber realizado un análisis riguroso”.

sabiduría china

Involución no es revolución

Ahora que las cartas están sobre la mesa, la presión de los diferentes lobbies no cesa. Una de las últimas noticias es una macro encuesta que afirma que uno de cada cinco españoles ha utilizado alguna terapia natural. Aunque como es habitual, en los grandes medios de masas, el titular de la pieza dejaba entrever que una minoría de ellos había substituido el tratamiento médico occidental por la terapia natural. Pero si se lee la noticia hasta el final, se vuelve a poner énfasis en que el nivel educativo de la población influye mucho a la hora de decidir la toma de decisiones sanitarias. La conclusión es que a mayor nivel de formación, mayor uso y defensa de las terapias naturales.

Independientemente de que el gobierno español opte o no por desdecirse de sus palabras, la Comisión Europea ya ha tomado cartas en el asunto, aceptando a trámite una denuncia interpuesta por la Asociación Española de Médicos Integrativos (AESMI), la Sociedad Hahnemanniana Matritense (SHM) y Asociación de Consumidores ACUS.

Estamos otra vez delante del mismo dilema, se busca basarlo todo en evidencia científica y en tratarse solamente con médicos cualificados, pero en vez de apostar por equiparar esas prácticas que llevan años/ milenios de resultados probados y formar a sus profesionales reconociendo, por fin, sus estudios oficialmente, se opta por la prohibición, el descrédito y la involución dejando, una vez más, al colectivo en tierra de nadie.